miércoles, 28 de septiembre de 2011

Les gusta bailar - última parte



Dónde bailar
En algunas escuelas o salones de baile reservan ciertas noches de cada semana para bailes populares abiertos al público. En muchos casos es posible tomar una clase antes de que empiece el baile.
También es posible incorporarse a un club de baile que se reúna con regularidad, en distintos lugares, o incorporarse a un grupo amateur o profesional de baile.
Hace siete años Jim Maxwell, de 61 años, contribuyó a fundar un grupo de baile que hace sus presentaciones en comunidades locales de jubilados, hogares de ancianos, y eventos comunitarios en la zona norte de Virginia. Los 37 miembros, que bailan el Clogging y bailes irlandeses, tienen edades entre los 9 y los 62 años. El grupo permite a Maxwell y a sus compañeros de baile efectuar un servicio útil para la comunidad, al tiempo que se divierten y se mantienen en forma.
"Nos beneficiamos gracias a la actividad física que realizamos, y también servimos a la comunidad", dice Maxwell, que empezó a bailar porque necesitaba hacer actividades físicas pero detestaba la idea de hacer ejercicio. Para ayudar a incorporar personas al grupo Maxwell empezó a dar clases de Clogging, Tap, y Bailes Irlandeses a personas de todas las edades en los centros locales de recreación. En la actualidad imparte seis clases.
"Bailar es muy divertido; además me gusta presentarme en público", dice Maxwell. "En realidad hacemos algo por los demás. No se trata simplemente de complacerse por hacer ejercicio".
Bailar por su cuenta
Si se atemoriza por tener muy mal ritmo o no tiene suficiente tiempo, puede bailar por su cuenta: ponga la música y baile en diversos lugares de la casa. O convierta una visita nocturna a la ciudad en una fiesta de baile: encuentre un club nocturno con una buena banda de música bailable.
También puede "moverse hasta el cansancio" bailando música de épocas anteriores, o dar vueltas por la sala con videos de baile que puede comprar o alquilar en su biblioteca o tienda de video local (pregunte si están disponibles). Súbale el volumen a la música ¡y mueva esas piernas!. Después de que empiece a bailar, ¡es probable que ya no quiera detenerse!


Horacio Fehling


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miércoles, 21 de septiembre de 2011

Les gusta bailar - 3ra parte



¿Le ha dicho el médico alguna vez que sufre de un problema del corazón, y que sólo debe hacer actividades físicas bajo recomendación médica?
¿Siente dolores en el pecho cuando realiza alguna actividad física?
¿Durante el último mes ha sentido dolores en el pecho sin estar realizando una actividad física?
¿Pierde el equilibrio debido a mareos, o pierde a veces el conocimiento?
¿Tiene un problema en algún hueso o coyuntura, que podría empeorar si cambian las actividades físicas que realiza?
¿Le está recetando el médico en la actualidad medicamentos (por ejemplo píldoras de agua) para la presión arterial o algún problema cardíaco?
¿Conoce otra razón por la cual no debería usted realizar actividades físicas?

Fuente: Cuestionario sobre la capacidad para realizar actividades físicas (Physical Activity Readiness Questionnaire, PAR-Q), Sociedad Canadiense para la Fisiología del Ejercicio (Canadian Society for Exercise Physiology, Inc.), 1994
Si contestó afirmativamente a cualquiera de las preguntas anteriores, debe pedir una cita con su médico.

¿Qué tipo de baile?
Si no sabe que tipo de baile podría gustarle, lo mejor es experimentar. Si antes bailaba y ahora vuelve a hacerlo, puede simplemente volver al baile que practicaba antes. Algunos adultos deciden volver a las clases de ballet que tomaron muchos años antes, cuando eran niños.
Si se inscribe en una clase, espere un tiempo antes de decidir que no le gusta, según recomienda Colleen Dean, coordinador de programas de la Alianza Estadounidense pro Salud, Educación Física, Recreación y Baile (American Alliance for Health, Physical Education, Recreation and Dance). Intente asistir con un amigo, y manténgase en las clases durante al menos un mes. Podrá encontrar clases de baile en escuelas y estudios de baile, clubes de salud, y centros comunitarios de recreación. En algunos YMCA, iglesias o sinagogas se ofrecen clases de baile en grupo, seguidas de una hora para socializar.
Además de los bailes típicos de Latinoamérica, éstos son algunos otros tipos de baile que podían interesarle:
Square dancing (cuadrilla)
Swing (el tradicional o el de la costa oeste, más técnico)
Baile en línea, que puede hacerse con música Country, Rock, o Pop
Bailes Folclóricos, que pueden relacionarnos con nuestras raíces étnicas o presentarnos una cultura totalmente nueva
Baile de salón
Danza del vientre
Flamenco
Jazz
Tap (zapateo americano)
Baile moderno
Clogging (zapateo en ritmo binario y pasos zapateando)
Contradanza (movimientos de square dance en línea; las mujeres y los hombres intercambian su lugar)



Horacio Fehling


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miércoles, 14 de septiembre de 2011

Les gusta bailar – 2da parte



Los beneficios son muchos
Al igual que otras actividades moderadas y de bajo impacto en las que soportamos peso, por. Ej. caminar a paso ligero, montar en bicicleta o practicar aeróbicos, bailar puede:
-fortalecer los huesos y los músculos, sin lastimar las coyunturas
-tonificar todo el cuerpo
-mejorar nuestra postura y equilibrio, lo que a su vez puede evitar las caídas
-aumentar la resistencia y flexibilidad
-reducir el estrés y la tensión
-aumentar la confianza en sí mismo
-darnos la oportunidad de conocer a otras personas, y
-prevenir enfermedades como la diabetes, alta presión arterial, enfermedad del corazón, osteoporosis y depresión.

Si usted está harto de la rutina y busca una manera divertida para mantenerse en forma y saludable, ¡quizás sea el momento de mover los talones!
Agacharse y dar vueltas
El baile es una actividad fabulosa para las personas de 50 y más años, porque se puede cambiar muy fácilmente el esfuerzo físico que realizamos, según Marian Simpson, profesora jubilada de baile y presidenta de la Asociación Nacional del Baile (National Dance Association).
Por ejemplo: las personas que han vuelto recientemente a bailar o realizar actividades físicas pueden comenzar más lentamente, y luego "dar un paso adelante" haciendo cosas como agacharse y dar vueltas, a medida que avanzan, dice Simpson. Entre más energía le pongamos al baile, más vigoroso será el ejercicio que hacemos.
Aunque algunos tipos de baile son más rigurosos que otros (compare por ejemplo el jazz con el vals), en todas las clases para principiantes lo deben guiar para avanzar gradualmente. Los bailes de salón, el baile en línea y otros bailes populares son más comunes en las personas de 50 y más años. Esto se debe a que son un medio para que las personas se reúnan y se relacionen en un entorno social, al tiempo que hacen ejercicio y se divierten. Las personas que han perdido a sus parejas pueden venir solas y conocer a otras; en muchas clases no es un requisito venir en pareja.
Si su médico no ha restringido su actividad física de ninguna manera, usted está listo para ponerse al ritmo, dice Beckford. Si no ha sido muy activo ni ha visto al médico durante un tiempo, pregúntese lo siguiente:



Horacio Fehling


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miércoles, 7 de septiembre de 2011

Les gusta bailar - 1era parte

 
Que pasa en otras latitudes

Estudio del Consejo Estadounidense del Ejercicio (American Council on Exercise), publicado en 2003 en la Revista Médica de Nueva Inglaterra (New England Journal of Medicine)

Bailar puede ser algo mágico, que nos transforma. Puede por ejemplo infundir nueva vida en un alma agotada; hacer renacer los espíritus; dar rienda suelta a la creatividad que teníamos escondida; unir a las personas de distintas generaciones y culturas; inspirar nuevos romances o reavivar los viejos; traernos recuerdos olvidados; transformar la tristeza en alegría, así sea sólo mientras bailamos.
En un aspecto más físico, bailar puede ser una sensacional manera de ejercitar la mente y el cuerpo. Los investigadores están descubriendo que hacer actividades físicas con regularidad puede en general contribuir a mantener el cuerpo, y la mente, en buen estado de salud a medida que envejecemos. El ejercicio aumenta la concentración en el cerebro de las substancias químicas que fomentan el crecimiento de las células nerviosas. Cuando practicamos un baile que nos exige recordar pasos y secuencias, estimulamos el poder mental ya que mejoramos nuestra memoria.
Se han hecho investigaciones muy promisorias en este aspecto, según la doctora Rita Beckford, experta en medicina familiar y portavoz del Consejo Estadounidense del Ejercicio (American Council on Exercise). Por ejemplo, en un estudio publicado en 2003 en la Revista Médica de Nueva Inglaterra (New England Journal of Medicine), se descubrió que las personas que practican el baile de salón al menos dos veces por semana son menos propensas a sufrir de demencia. Las investigaciones también han demostrado que ciertas personas con la enfermedad de Alzheimer pueden acordarse de cosas que habían olvidado cuando bailan al ritmo de una música que conocían.
No importa si se trata de Ballet o Baile de Salón, Clogging o Jazz, el baile es muy bueno para ayudar a las personas de todas las edades y capacidades físicas a entrar y mantenerse en forma. Incluso existe un baile sentado, para las personas con limitaciones físicas. Un adulto de 150 libras puede quemar aproximadamente 150 calorías practicando un baile popular moderadamente durante 30 minutos. 


Horacio Fehling


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