martes, 26 de julio de 2011

La Música y el Baile


Hasta ahora siempre estuvimos hablando del baile en sus distintas variantes y mencionamos que el baile es moverse al compás de la música o música transformada en movimiento.
Cabe preguntarse aquí si toda música se puede bailar o existe música específica para bailar.
Bien hay música que solo se puede escuchar ya sea solo o en compañía, también tenemos música para el relax o la meditación, otra música con compases muy marcados que se utiliza en los gimnasios, y hay en el mercado musical temas que se adaptan mejor para bailar que otros. Principalmente para los torneos o competencias de baile se utilizan o componen temas musicales cuyo ritmo, compás y tiempo están muy bien marcados para que las parejas participantes puedan adaptar mejor los pasos y lucirse desarrollando sus coreografías.
Cuantas veces escuchamos música a al ratito nos sorprendemos chasqueando los dedos, golpeteando con las manos o los dedos sobre la mesa, dando golpecitos con la cucharita contra un vaso / botella o simplemente moviendo los pies o hamacándonos en la silla. Podríamos decir que estamos escuchando música que se puede bailar, porque con estos gestos que acabamos de describir, lo que estamos haciendo es seguir el compás y el ritmo de la música que es lo mismo que hacen los bailarines en la pista. Solo que ellos lo hacen en pareja y mediante estructuras de pasos bien estudiadas y coordinadas.
Sabemos entonces que hay temas musicales compuestos específicamente para bailar, muchos que se adaptan muy bien y otros que mediante arreglos y variaciones se trata de adaptarlos para tal fin.
No es nada fácil para los músicos componer temas bailables. Muchas veces los variados arreglos musicales desvirtúan el carácter original del tema y como consecuencia los bailarines no pueden seguir el ritmo terminando finalmente por abandonar la pista de baile.
Que mas se puede decir sobre la música bailable? Ah si. El Volumen.
A muy pocos se le ocurriría escuchar un concierto o una sinfonía con un volumen tal que todo el barrio sepa lo que están escuchando. Pero si hay muchos que la música bailable la escuchan a un volumen tal que hasta las mascotas de la casa huyen desesperadas.
Cuantas veces, al salir de una fiesta nos ha sucedido que nos duele la garganta, estamos medios sordos, tenemos jaquecas y hasta sentimos un alivio generalizado al disfrutar del silencio de la noche o la madrugada.
En todos los locales bailables colocan enormes parlantes justo sobre la pista de baile y la música tiene un volumen tal que uno hasta siente la onda expansiva en todo su cuerpo. Tal vez esta práctica tan difundida tenga un razón comercial que desconozco y en tal caso el fin justificaría los medios.
Independientemente de los trastornos de salud que esto provoca, ir a bailar a estos lugares deja de ser agradable para muchos, ya que imposibilita todo intento de conversación sea en las mesas, aunque estén alejadas de la pista de baile, como en la barra.
El volumen de la música en un Baile de Gala, una Fiesta, una Cena Show, un Pub y porque no en una Discoteca ya sea tocada en vivo por una orquesta, conjunto, o administrada por un Disc Jockey debería tener un volumen tal que los bailarines puedan seguir el ritmo de la misma y que paralelamente en las mesas, incluso las mas cercanas a la pista de baile se pueda llevar una conversación normal sin necesidad de estar gritándose toda la noche.


Horacio Fehling


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Diferentes Aspectos del Baile – 1era parte
El Mundo Baila (última parte)


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