La bachata es un ritmo bailable originario de la República Dominicana.
Se considera un híbrido del bolero (sobre todo, el bolero rítmico) con otras
influencias musicales como son el Pasillo, el Huapango, y el Son Cubano, entre
otros.
Género musical de poca trascendencia pero de muy
fuerte arraigo en la clase baja y zonas rurales y era conocida como "música de amargue". Fue tradicionalmente despreciado por los músicos
profesionales como carente de calidad y valor artístico. Apenas era
escuchada en las estaciones de radio (con excepción de unas pocas).
Tonadas simples y repetitivas, así como letras
sencillas y temática machista y de despecho son sus características
principales.
Pero el interés surgió a partir de los años 80, con la
expansión de los medios masivos de comunicación, con el auge del turismo, y con
el esfuerzo de algunos compositores que vieron que había surgido un género
diferenciado de expresión de lo popular.
Pero sin dejar de reconocer su arraigo y
tomándola como punto de partida, músicos de la talla de Víctor Víctor y Juan Luís
Guerra en los años 90, y Luís Díaz en los 80,
-conocidos en otros géneros y que incursionan en la bachata, los cuales
podríamos denominar de bachateros de moda, en contraste con los verdaderos
bachateros, o músicos populares en este género, como Anthony Santos y Teodoro
Reyes- la rescatan, embelleciendo sus letras y adornando su música con una
mejor instrumentación y arreglos más actualizados, aportando una visión
diferente que articulaba esta expresión musical con lo urbano marginal.
La expansión del turismo en República Dominicana a partir de
los 80, le hizo ganar popularidad, y la convirtió en un género que ha penetrado
todos los estratos y espacios del país e internacionalmente.
Puede pensarse que en esa primera etapa, la Bachata era una música
marginal. Sólo escuchada en los llamados Cabarets o Prostíbulos. Sin embargo,
constituía parte de una maquinaria cultural que estaba apoyada por una casa
disquera local que poseía también una emisora de carácter nacional: La Guarachita. Esta
empresa fomentó y difundió esta música para consumo de esos grupos sociales
marginales, emigrantes del campo a la ciudad y que con la caída de la dictadura
de Rafael Leónidas Trujillo, desató la población sub-urbana en las ciudades
dominicanas.
Una segunda etapa parece estar referida a la aparición de
una segunda generación de cantantes que estaban promovida por esta productora.
Fue así como surgieron voces como las de Luís Segura, Mélida Rodríguez ("La Sufrida"), y Leonardo
Paniagua, los cuales constituyen parte de una expresión que tuvo auge en los
años 70 y 80, cuando declinan a favor de las expresiones más refinadas de la
bachata, utilizando instrumentación electrónica, fusiones con otras expresiones
modernas de la música (como las experimentaciones de Luís Días con otros ritmos
caribeños y dominicanos).
Horacio Fehling
Cual es tu opinión?
Notas relacionadas:
Muchas gracias por leer mi Blog.
Te gustó la nota; compartila con tus amigos
No hay comentarios:
Publicar un comentario